La victoria de Angie

Triunfo de la CDU que obtuvo el 41,5% de los votos . La SPD sube del 2,7% en comparación con las votaciones del 2009, pero queda a -15,8 puntos. Los aliados de la Merkel (FDP) colapsan de 10 puntos y quedan afuera del Bundestag. Hacia una nueva Grande Coalición.

Carlo Carbonara - Articulo publicado el 23.09.2013



La jornada electoral alemana del pasado 22 de septiembre  representa una cesura histórica.  El 41,5% de los votos, más que una victoria, son una clara aprobación del mandato de Angela Merkel. El triunfo de la CDU es su triunfo. Si los cristianos demócratas se quedaran de repente huérfanos de Angie, no tendrían con mucha probabilidad una vida larga. Alemania es hoy la Merkel Republik, como tituló la revista Spiegely su nombre ya se compara con el histórico de Konrad Adenauer. No habrá repatriado prisioneros de guerra desde Rusia, no habrá devuelto el Sarre a la República Federal Alemana, pero ha otorgado a su país una soberanía moral, imponiendo su estrategia económica a toda la Unión Europea. 
Menos espectacular de su ilustre colega, Angie supo jugar bien un papel de ama de casa entregada al ahorro y al control del presupuesto. Y es precisamente esto lo que ha complacido a muchos alemanes, que bajo su gobierno han tenido  la percepción de que la suya ha sido una gestión ordenada en un periodo difícil y que, al mismo tiempo, no han tenido que sacar un euro para ayudar a resolver problemas ajenos. Al mismo tiempo, ha desplazado los socialdemócratas derrotándolos en su propio terreno sobre  cuestiones como el aumento de los subsidios, la introducción de un precio máximo para las rentas y el aumento del salario mínimo.
Su rival, Peer Steinbrück no se ha demostrado capaz para la tarea: sus deslices, su poca determinación y un programa, el de su partido, en algunos aspectos muy similar a el de la CDU, han contribuido a la derrota.

Colapso de los liberales, que permanecerán fuera del Bundestag por primera vez. Ligero descenso de los Verdes y del Partido de Izquierda.




Escenarios posibles
Lo que parece claro es que, con los liberales fuera del Bundestag, los partidos que acompañarán a la CDU en los próximos cuatro años serán todos de izquierda. La SPD ha descartado durante la noche electoral la hipótesis de un gobierno a tres con Verdes y Partido de Izquierda.
Por lo tanto, parece probable que se restablezca la Grande Coalición. La inédita alianza con los Verdes, de hecho, más que por la presencia o menos de puntos en común (que ni siquiera serían pocos), se vería socavada por los puntos de divergencia, los cuales, siendo ideológicos, quedan difíciles de superar. Un segundo punto en contra de la alianza CDU-Verdes está representado por una cuestión  meramente estratégica:  no tendría casi seguramente el apoyo del Bundesrat.
No queda entonces de otra que una nueva alianza con los socialdemócratas entonces. Si durante su primer mandato la Merkel tuvo que ceder ocho ministerios al equipo de Gerhard Schröder, ahora la Cancillera partiría de una situación  sin dudas más favorable en comparación a la del 2005.
La SPD no oculta, sin embargo, su escepticismo sobre una experiencia  de gobierno con la CDU de la cual todavía se lame las heridas. Pero no parece tener otras alternativas.

Si para los asuntos nacionales la Merkel no parece rechazar el abrazo a una cultura de izquierda, cómo se comportará en política exterior?   La pregunta sería: un parlamento de izquierda hará actuar a la Angie una revisión de su política de ahorros o, mejor dicho, de su estilo  frío y prepotente demostrado hasta ahora en la UE? O esta alianza la jugará la Cancillera a su favor y se asistirá a una siempre mas fuerte reducción de las ya pequeñas diferencias entre un partido conservador y uno reformista?

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